Decíamos anteriormente que un líder
debe dedicar un tiempo a su entrenamiento personal. Hablábamos de 30 a 60
minutos, pero como somos líderes o estamos en ellos vamos a ser ambiciosos y
nos entrenaremos durante 60 minutos. Antes de continuar hemos de dar por
sentado que ya nos alimentamos bien y hacemos ejercicio físico de forma regular,
por lo que esto último no entra dentro de los 60 minutos.
Lo primero que tenemos que hacer
es buscar esos 60 minutos, porque, nos guste o no, el día seguirá teniendo 24
horas. No sé como andas de sueño pero si robas 20 minutos a tu descanso no te
resentirás. Los líderes no ven telediarios de una hora porque la mayoría de las
noticias son malas y el resto con un pantallazo de ordenador de algún periódico
respetable estarás informado en 10 minutos. ¿Chateas, sigues alguna telenovela,
ves programas de mal gusto, ves más de dos partidos de futbol a la semana,
juegas con la play,…?. Nada de eso te ayudará a mejorar tu vida. Es fácil sacar
una hora y mucho más.
¿Qué vamos a hacer durante esa hora?
Dedica 20 minutos a leer o a
ver videos de desarrollo personal. No se trata de cansarte leyendo. Bastan 10
páginas diarias. Si la media de un libro está en 150 páginas, en un año habrás leído
24 libros. Toma notas de lo que leas. ¿Qué tipo de lecturas?. Excelencia en los
negocios, liderazgo, desarrollo personal, relaciones humanas, innovación, habilidades
comunicativas, biografías,…
Compra tarjetas y escribe afirmaciones
acerca de tus metas y hábitos que estés construyendo, o frases que te
inspiren. Léelas al principio y al final del día, y si es posible una tercera
vez durante el día. Tienes que leerlas, con independencia de que las memorices
y te las repitas tantas veces como quieras.
Mantén un registro de tus objetivos y de tus planes
y actualízalo diariamente midiendo tus acciones y resultados. Toma acciones
correctoras, porque el gran objetivo y el plazo que te das para ellos no son corregibles.
Escribe en un diario
tus reflexiones, gratitudes, sentimientos, fallos, frustraciones esperanzas y
miedos. Relee tu diario y analiza en que estás cambiando. Establece planes de
acción contra los fallos, frustraciones y miedos. Si quieres, comparte tu
diario con alguien a quien admires y en quien confíes, a ver en que te puede
ayudar.
Por último, dedica un par de
minutos a visualizar
tus objetivos, sobre todo el más grande. Las palabras no bastan,
necesitamos imágenes que queden grabadas en nuestro cerebro. Imagínate a ti
mismo consiguiendo el logro. Si te emociona, tanto mejor. Recuerda que todo logro exterior
comienza en la mente.
No es mucho. Es cuestión de
hacerlo hábito, de poner esa hora por encima de muchas nimiedades sin valor.
Ponte en marcha y no pares.